REPRESIÓN EN LA CIUDAD PARA
IMPEDIR UNA TOMA DE TIERRAS
Nota publicada en el Diario Página 12 con fecha 29/01/2002
Sin casa, pero con balazos Por orden judicial, la bonaerense echó a unas 500 personas que querían tomar un terreno en La Matanza. Hubo un herido de bala. El predio es del gobierno porteño, que no había pedido el desalojo. La policía irrumpió en el lugar cuando la gente cantaba el Himno y avanzaba pacíficamente. “Esto siempre fue un basural y no fue un problema mientras tanto”, se quejó el cura Daniel.
Se reunieron en una ronda, con los
chicos al medio, para cantar el Himno Nacional. No alcanzaron a terminarlo
cuando la policía irrumpió violentamente y los echó con gases lacrimógenos y
balas de goma. La represión a las más de 500 personas que pretendían ocupar
un terreno de la Comisión Municipal de la Vivienda porteña en Ciudad Evita, en
La Matanza, no finalizó en ese lugar. La gente corrió a refugiarse en las
casas del vecino barrio 22 de Enero y hasta allí los siguió la policía. Los
efectivos tiraron abajo las puertas, invadieron cocinas, dormitorios y patios
para desalojar a familias enteras. Hombres y mujeres, ancianos, bebés y niños
fueron las víctimas esta vez de un nuevo desborde represivo de las fuerzas de
seguridad. Hubo al menos un ocupante herido de bala y cuatro policías con
lesiones leves –además de un detenido– en el brutal desalojo.
“Hace 17 días que estábamos viviendo allí, en el borde del terreno,
durmiendo bajo los árboles para lograr instalarnos”, contó a Página/12,
Arturo López, uno de los manifestantes. “A la tarde (de ayer) comenzamos a
tomar parte del campo cuando entró la policía y empezó a tirar gases y
disparar contra todo el mundo”, explicó.
Hace dos semanas, cerca de 1.500 familias (alrededor de 3.000 personas) del
barrio 22 de Enero y otros asentamientos de la zona llegaron hasta el inmenso
campo ubicado sobre la ruta 21 en Ciudad Evita con la intención de
establecerse. “Desde el primer día hubo problemas con la policía –comentó
Walter Candia, otro de los ocupantes– Ahí nomás ya nos sacaron del predio y
nos prohibieron armar carpas, hasta nos marcaron una línea como límite de
donde no podíamos pasar”. Los días siguientes, las familias trataron de
negociar con la Comisión Municipal de la Vivienda (CMV) y la Municipalidad de
La Matanza para llegar a un acuerdo que permitiera el acceso al lugar.
“Tuvimos algunas reuniones pero nadie nos dio una respuesta, nos dieron la
espalda y hoy (por ayer) fuimos reprimidos ferozmente”, dijo Candia.
Los ocupantes contaron con el apoyo de la iglesia del barrio y varios organismos
de derechos humanos. Ayer estaba planeado realizar una misa en el terreno cuando
la furia policial destruyó todo resto de esperanza. “La gente probó otra vez
de entrar a un pedacito de tierra pacíficamente, cantando, cuando la policía
comenzó a disparar con balas de goma y de plomo hasta meterse en el barrio y ahí
sí se armó la batalla”, destacó Daniel Echeverría, párroco de la iglesia
del barrio. “Muchos pibes que estaban en la ronda fueron afectados por los
gases –se indignó Echeverría– Todos trataron de salir corriendo hacia el
22 de Enero pero la policía entró a las casas persiguiéndolos”.
También Enriqueta Maroni, de Madres de Plaza de Mayo, estaba presente en el
lugar cuando se desató la locura policial. “La gente era totalmente pacífica
y estaba cantando tranquilamente mientras la policía estaba quieta y lejos”,
recordó. “Después nos rodearon los policías y los gendarmes, por lo que Aída
Sarti (otra integrante de Madres) y yo nos pusimos adelante pensando que si nos
veían no iban a hacer nada”, señaló. La presencia de las Madres no amedrentó
a los efectivos de seguridad que “lanzaron una lluvia de balas de goma y gases
contra todo el mundo y quemaron las pobres pertenencias que la gente había
entrado al terreno”.
El comisario Claudio Soto informó que “un ocupante resultó herido con una
bala calibre 22, que no son las utilizadas por nosotros”. Además, cuatro
policías habrían resultado lesionados: dos por golpes con piedras en la cabeza
y los otros con heridas cortantes.
Fuentes del municipio matancero aseguran que la comuna “no tuvo nada que
ver” y orientan la mirada hacia el Gobierno de la Ciudad. Sin embargo,
el titular de la Comisión Municipal de la Vivienda, Eduardo Jozami, contó a
este diario que su actuación ante la Justicia fue aclarar que esas tierras
pertenecen a la CMV. Y que no hubo ningún pedido de desalojo. “Es muy
llamativo que un juez tome una medida de este tipo sin notificar a los
propietarios del terreno”, dijo Jozami. “No sólo no pedimos el desalojo
sino que siempre mantuvimos el interés en negociar, pero es fundamental que
intervenga el municipio de La Matanza, que es una pata indispensable”, señaló.
El predio ocupa aproximadamente 80 hectáreas. “Son terrenos fiscales que hace
mucho tiempo están sin habitar y la gente viendo la necesidad de tener una casa
impulsó para hacer esta toma”, indicó Candia. En este sentido, el cura
Daniel Echeverría criticó a las autoridades porque “esto siempre fue un
basural y no fue un problema mientras tanto”. Además, los ocupantes señalaron
que los vecinos de los chalets de Ciudad Evita se oponen a la instalación de un
nuevo asentamiento en este terreno, cercano a sus viviendas. Con su experiencia
a cuestas, Enriqueta Maroni sintetizó la sensación de todos los que ayer
fueron desalojados. “Te sacan de quicio y, además del dolor físico, te
genera un dolor adentro porque la represión cada vez será peor”.
RED VIRTUAL DE VECINOS DE CIUDAD
EVITA www.ciudadevita.8k.com
Si te interesa
recibir información de la Ciudad, suscribite sin cargo
enviando un correo a:
ciudadevita-alta@eListas.net
y no olvides responder el correo que te llega para confirmar la suscripción.
Nuestro mail: ciudadevita@fernandocarlos.com.ar
TeleFax: (011) 4487-1496